Mi nombre es Victoria rubio, soy lesbiana feminista y comiquera. Hago cómics hace 8 años cómics de corte humorístico más que nada. Hablar de humor en un país conservador y cartucho como este es súper importante. Hay que empezar a analizar de qué nos estamos riendo y el porqué también. Personalmente son una persona que se le considera “poco seria”, ya que generalmente estoy realizando chistes. Pero es porque me dedico a esto, al humor gráfico. Cuando empecé, hace 8 años, tenía súper claro que quería hacer un cómic de humor, de humor lésbico, de humor lesbofeminista. Aunque hace 8 años era muy patuda para nombrarme lesbofeminista ya que había leído repoco e interiorizado muy poco el discurso , pero las ganas estaban. y creo que en el accionar, es mejor hacer cosas que quedarse con la estúpida idea de que se va a fracasar o que te van a criticar.
Cuando comencé, con suerte sabía dibujar. Ahora, menos, pero
al menos perfeccione el guión y le di un sentido feminista, llegando al nivel
de analizar cada guión con cautela, porque ahí está la pregunta que nos estamos
haciendo: “de que nos reímos (o nos tendríamos que reír) las mujeres que nos
consideramos feministas. Creo que estamos rodeadas de humor patriarcal y
machista. Bombardeadas del chiste facilista, que evoca lo genital, lo burdo, lo
manoseado por el machito que se las da de humorista y solo muestra a mujeres
hegemónicas desnudas y humilladas por el hombre. No solo en lo que es el humor
televisivo, en el comics también se da y harto. Años hemos sido mostradas
dentro de la dicotomía de mujer objeto/ mujer dueña de casa que nos impone la heteronorma. Solo
analicemos lo que es “condorito” , el comics más famoso de humor que tiene -$hile.
El chiste a la suegra ogro está presente
en cada número, sin hablar de la gordofobia que se da al ser llamada “doña
tremebunda”. Y que decir del chiste a la mujer “tonta” no pensante, presente también.
Nos ejemplifica claramente que el patriarcado nos quiere así, 90-60-90 pero
tonta como una puerta y detrás de un macho asqueroso. Hay más ejemplos de
cómics con personajes asquerosos, como pepe antártico, barrabases (que el autor
era un pedófilo) y miles más que se siguen escribiendo. El humor es una de las formas más eficaces
que tiene el patriarcado para mandar mensajes machistas sobre como deben ser
las mujeres. Es fácil, nos reímos y pensamos que algo tan inocente no puede
hacer un cambio real, pero ahí es donde se equivocan. El humor es un arma, es
un arma de control de masas y ellos lo
saben, por eso al principio asusta cuando una mujer se dedica a esto y es boicoteada hasta la muerte.
Eso sí, tampoco debemos felicitar a todas las mujeres que
están realizando humor. Todavía quedan muchas con la venda en los ojos y con
actitudes patriarcales haciendo humor en teoría “para mujeres. Tomemos el caso
de “minas al poder”, Me apena el darme cuenta que, para más
remate, este es el “humor feminista” del que se está hablando tanto. Obviamente
ese humor de feminista no tiene nada y solo ayuda a fomentar el estereotipo
histórico que nos han enseñado a las mujeres, que es a odiarnos entre nosotras.
Al sistema le conviene ene que las mujeres estemos separadas, que nos odiemos
por cualquier motivo y más que nos odiemos por ellos, que nuestra única
competencia sea el competir por el amor
de un hombre, por el amor al falo. Pienso en todas las mujeres que les parece
graciosa “la botota”, un ser xenofóbico,
racista y misógino. Pienso en todas las compañeras que cuando les comento esto
me dicen “ay, si es una tontera”. No se están dando cuenta que le están
haciendo el juego al patriarcado. Me apena que su nivel de reflexión llegue
hasta ahí no más y no ven lo poderoso que es el sistema, que cree que el humor
es un medio que sirve solo para la diversión. Con esto no quiero decir que
debemos dejar de reírnos, si les dijera eso me quedaría sin pega y la idea no
es autoboicotearme.
Sí, hay que seguir haciendo humor, hay que seguir divirtiéndonos
con ello, y sí, pasarla bien. Nos enseñan a sentirnos culposas por reírnos, por
gritar, por hacer lo que deseamos. Por eso gritemos fuerte, riámonos con ganas
y disfrutemos, gocemos.
Pero riámonos sin machismo, sin sexismo. Yo ahora lo que hago
harto es reírme de ellos, de los machos. Mi deporte favorito es humillarlos,
reírme de hombres que piensan con el pene. Por eso compañeras, las invito a gozar, a reír.