martes, 29 de noviembre de 2016

EL HUMOR COMO MEDIO DE RESISTENCIA CULTURAL ANTIPATRIARCAL (Palabras de Victoria Rubio, Lesbilais, en el X encuentro feminista nacional efectuado en Arica, 25 de noviembre 2017)


Mi nombre es Victoria rubio, soy lesbiana feminista y comiquera. Hago cómics hace 8 años cómics de corte humorístico más que nada.  Hablar de humor en un país conservador y cartucho como este es súper importante. Hay que empezar a analizar de qué nos estamos riendo y el porqué también. Personalmente son una persona que se le considera “poco seria”, ya que generalmente estoy realizando chistes. Pero es porque me dedico a esto, al humor gráfico. Cuando empecé, hace 8 años, tenía súper claro que quería hacer un cómic de humor, de humor lésbico, de humor lesbofeminista. Aunque hace 8 años era muy patuda para nombrarme lesbofeminista ya que había leído repoco e interiorizado muy poco el discurso , pero las ganas estaban. y creo que en el accionar, es mejor hacer cosas que quedarse con la estúpida idea de que se va a fracasar o que te van a criticar.
Cuando comencé, con suerte sabía dibujar. Ahora, menos, pero al menos perfeccione el guión y le di un sentido feminista, llegando al nivel de analizar cada guión con cautela, porque ahí está la pregunta que nos estamos haciendo: “de que nos reímos (o nos tendríamos que reír) las mujeres que nos consideramos feministas. Creo que estamos rodeadas de humor patriarcal y machista. Bombardeadas del chiste facilista, que evoca lo genital, lo burdo, lo manoseado por el machito que se las da de humorista y solo muestra a mujeres hegemónicas desnudas y humilladas por el hombre. No solo en lo que es el humor televisivo, en el comics también se da y harto. Años hemos sido mostradas dentro de la dicotomía de mujer objeto/ mujer dueña de casa  que nos impone la heteronorma. Solo analicemos lo que es “condorito” , el comics más famoso de humor que tiene -$hile. El chiste a la suegra ogro  está presente en cada número, sin hablar de la gordofobia que se da al ser llamada “doña tremebunda”. Y que decir del chiste a la mujer “tonta” no pensante, presente también. Nos ejemplifica claramente que el patriarcado nos quiere así, 90-60-90 pero tonta como una puerta y detrás de un macho asqueroso. Hay más ejemplos de cómics con personajes asquerosos, como pepe antártico, barrabases (que el autor era un pedófilo) y miles más que se siguen escribiendo.  El humor es una de las formas más eficaces que tiene el patriarcado para mandar mensajes machistas sobre como deben ser las mujeres. Es fácil, nos reímos y pensamos que algo tan inocente no puede hacer un cambio real, pero ahí es donde se equivocan. El humor es un arma, es un arma de control de masas  y ellos lo saben, por eso al principio asusta cuando una mujer se dedica a esto  y es boicoteada hasta la muerte.
Eso sí, tampoco debemos felicitar a todas las mujeres que están realizando humor. Todavía quedan muchas con la venda en los ojos y con actitudes patriarcales haciendo humor en teoría “para mujeres. Tomemos el caso de  “minas al poder”,  Me apena el darme cuenta que, para más remate, este es el “humor feminista” del que se está hablando tanto. Obviamente ese humor de feminista no tiene nada y solo ayuda a fomentar el estereotipo histórico que nos han enseñado a las mujeres, que es a odiarnos entre nosotras. Al sistema le conviene ene que las mujeres estemos separadas, que nos odiemos por cualquier motivo y más que nos odiemos por ellos, que nuestra única competencia sea  el competir por el amor de un hombre, por el amor al falo. Pienso en todas las mujeres que les parece graciosa  “la botota”, un ser xenofóbico, racista y misógino. Pienso en todas las compañeras que cuando les comento esto me dicen “ay, si es una tontera”. No se están dando cuenta que le están haciendo el juego al patriarcado. Me apena que su nivel de reflexión llegue hasta ahí no más y no ven lo poderoso que es el sistema, que cree que el humor es un medio que sirve solo para la diversión. Con esto no quiero decir que debemos dejar de reírnos, si les dijera eso me quedaría sin pega y la idea no es autoboicotearme.
Sí, hay que seguir haciendo humor, hay que seguir divirtiéndonos con ello, y sí, pasarla bien. Nos enseñan a sentirnos culposas por reírnos, por gritar, por hacer lo que deseamos. Por eso gritemos fuerte, riámonos con ganas y disfrutemos,  gocemos.

Pero riámonos sin machismo, sin sexismo. Yo ahora lo que hago harto es reírme de ellos, de los machos. Mi deporte favorito es humillarlos, reírme de hombres que piensan con el pene.  Por eso compañeras, las invito a gozar, a reír.